Separación de Pareja; Un duelo que comienza.
- martinepifaniopsic
- 29 nov 2019
- 3 Min. de lectura
Estar en duelo es una experiencia mucho mas común de lo que muchas personas creen. Es el proceso psico-emocional que se desencadena para poder procesar una perdida. Cualquier perdida supone un duelo, pero claramente hay perdidas mas "fáciles" de transitar que otras. En este articulo tratare brevemente algunos aspectos acerca del duelo por separación de la pareja para ampliar la comprensión del proceso.
Existen diferentes etapas o fases del proceso de duelo que son variables según el modelo a través del cual elijamos explicarlo. En este caso nos basaremos en el modelo de E. Kübler-Ross que propone 5 etapas de la elaboración del duelo. No profundizaremos demasiado en ellas ya que hay mucha información disponible al respecto, pero si las nombraremos para ubicarlas y relacionarlas con el duelo por separación en particular.
NEGACIÓN: Se experimenta el rechazo consciente o inconsciente de la situación. Como mecanismo defensivo opera para amortiguar el shock que produce la nueva realidad permitiéndonos contactar solamente con el dolor que estamos preparados para soportar.
ENOJO: El enojo surge como respuesta ante el dolor que se experimenta por la perdida. Esta asociado al sentimiento de injusticia con frases como "¿Porque me esta pasando esto a mi?". Puede dirigirse a la persona asociada a la perdida, por ejemplo responsabilizándola excesivamente por la ruptura y reconocerse a sí mismo meramente como víctima de la situación. El enojo también puede desplazarse hacía otras personas no necesariamente involucradas, hacia sí mismo o hacia cosas tales como dios, el mundo, la vida, entre otras.
NEGOCIACIÓN: Se busca en secreto hacer un pacto con un poder superior que devuelva lo perdido a cambio de reformar conductas personales en algún sentido. En el duelo por la perdida de pareja, esta fase puede conducir a intentar restablecer el vinculo aunque haya poderosas razones para aceptar el cierre. Se desea volver a la vida tal como era antes de la perdida, y se destina mucha energía en pensar en qué podría haberse hecho diferente casi como si aun hubiera tiempo de cambiar dichas situaciones.
TRISTEZA: Predomina firmemente el sentimiento de vacío y por consiguiente el dolor que conlleva.También suele aparecer la culpabilidad en forma desmedida por lo que no se valoró del vinculo o la persona perdida, el tiempo desaprovechado y los posibles errores personales que incidieron en la ruptura. Puede dificultarse sostener la rutina u otros aspectos del quehacer cotidiano porque disminuye el interés por casi cualquier área de la vida. También disminuye la energía vital disponible ya que procesar el dolor requiere mucho esfuerzo psico-emocional.
ACEPTACIÓN: Consiste en aceptar la realidad de la perdida/ruptura, entendiendo paulatinamente que hay una nueva forma de estar en la vida a raíz de la ausencia. En esta fase se puede dirigir energía a otras actividades y vínculos, renovando las ganas de vivir y elaborando nuevos proyectos vitales. La sensación hacia la ruptura y el otro integrante de la relación es de responsabilidad compartida. También comienza a brotar el sentimiento de gratitud hacia la ex-pareja, a lo vivido en la relación en sí, o también hacia todo lo aprendido incluyendo la ruptura (por mas ingrata que haya resultado en su momento).
Como lector, seguramente te puedas sentir identificado con una o varias de las etapas. Por ello, me parece importante mencionar que no se experimentan de forma lineal y sucesiva. Pueden suceder en un orden mas o menos aleatorio y se puede pasar por cada una de ellas en más de una oportunidad. El nombrarlas y tener una noción de qué ocurre en cada una es útil para poder comprender la naturaleza del trabajo que hemos de desarrollar en cada una con nosotros mismos.
El proceso de duelo es en buena parte autónomo, es decir que se desarrolla "sin pedirnos permiso" por lo que parte del desafío es confiar en la sabiduría profunda que existe en él, permitiéndonos a nosotros mismos "dejarnos conducir" en lo que nuestro organismo psico-emocional nos va proponiendo. En este sentido, el proceso de duelo siempre es una invitación a conectarnos mas profundamente con nuestras necesidades individuales y no auto-posponernos mas de lo indispensable. Se requiere energía y tiempo para que el proceso se desarrolle por lo cual seguramente aprenderemos mucho sobre la paciencia hacia nosotros mismos y sobre la humildad para pedir ayuda a personas de confianza que puedan apoyarnos.
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